¿Qué diferencia hay entre arquitecto técnico y aparejador?

Los arquitectos técnicos y los aparejadores son profesionales relacionados con la construcción. Aunque ambos trabajen en el sector de la edificación, sus funciones son diferentes.

El arquitecto técnico se encarga de la parte más técnica de la construcción de un edificio. Diseña el proyecto de la obra, estudiando el terreno, la ubicación y las necesidades del cliente. También se encarga de supervisar la construcción y de que se cumplan las normas técnicas y de seguridad.

Por otro lado, el aparejador es el encargado de llevar a cabo el presupuesto de la obra y de supervisar la ejecución de los trabajos. También se encarga de coordinar a los operarios y de resolver los problemas que surjan durante la construcción.

En resumen, podemos decir que el arquitecto técnico se encarga del diseño y la coordinación de la construcción, mientras que el aparejador se encarga de la ejecución de la obra.

¿Cómo se llama ahora la carrera de aparejador?

La carrera de aparejador antes se llamaba 'Arquitecto Técnico', pero a raíz de la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) se cambió su nombre a 'Arquitecto Técnico Superior'.

La LOE fue una ley aprobada en España en 2007, que se encargaba de regular la profesión de arquitecto técnico, entre otras cosas. Como consecuencia de esta ley, los aparejadores tuvieron que realizar un examen de estado para poder seguir ejerciendo su profesión.

Este examen se realizaba ante una comisión de seis miembros, cuatro de ellos arquitectos técnicos y dos arquitectos, y consistía en un examen teórico-práctico. El objetivo era que los aparejadores demostraran que tenían los conocimientos necesarios para ejercer su profesión de forma adecuada.

Tras superar este examen, los aparejadores obtuvieron el título de Arquitecto Técnico Superior. Este título es el que se utiliza actualmente para referirse a la carrera de aparejador.

¿Cuántos años dura la carrera de aparejador?

La carrera de aparejador dura cuatro años. Durante el primer año, los estudiantes aprenden acerca de la historia del diseño y la arquitectura, la legislación y la gestión de proyectos. En el segundo año, los estudiantes se especializan en un área de estudio, como la estructura, la construcción o la planificación. En el tercer año, los estudiantes trabajan en un proyecto de tesis y, en el cuarto año, presentan su tesis ante un panel de expertos. Al final de la carrera, los estudiantes pueden optar por tomar un examen para obtener el título de aparejador.

¿Qué puede firmar un aparejador?

Los aparejadores son técnicos especialistas en obras de construcción, capaces de llevar a cabo todo el proceso de planificación, coordinación y ejecución de la construcción de un edificio. Pueden firmar la coordinación de obra siempre y cuando se cumplan una serie de requisitos, establecidos en el Real Decreto 1047/2011, de 29 de julio, por el que se regula la profesión de aparejador. En concreto, el artículo 12 establece los requisitos que debe cumplir un aparejador para poder coordinar obras.

Para firmar la coordinación de obra debe ser colegiado y estar inscrito en el correspondiente Colegio Profesional de Aparejadores. También debe estar en posesión de la Especialidad en Coordinación de Proyectos de Edificación (CPE), que acredita que el aparejador está capacitado para coordinar la planificación, ejecución y finalización de la obra, así como para el control de la calidad de la misma. Además, el aparejador debe tener una certificación de seguro de responsabilidad civil que cubra los daños que pudiera ocasionar a terceros durante la coordinación de la obra.

Por último, el aparejador debe presentar un informe técnico firmado por él mismo en el que se detallen sus competencias y habilidades, así como sus conocimientos en materia de coordinación de obras. Este informe debe ser aprobado por el Colegio Profesional de Aparejadores correspondiente.

En resumen, para poder firmar la coordinación de obra un aparejador debe ser colegiado, estar inscrito en el correspondiente Colegio Profesional, contar con la Especialidad en Coordinación de Proyectos de Edificación, tener una certificación de seguro de responsabilidad civil y presentar un informe técnico aprobado por el Colegio Profesional de Aparejadores.

¿Qué proyectos pueden firmar un arquitecto técnico?

Los arquitectos técnicos están capacitados para realizar una amplia variedad de proyectos de construcción, desde pequeñas reformas hasta grandes obras de infraestructura. A continuación se detallan algunos de los proyectos más habituales que pueden firmar los arquitectos técnicos:

  • Edificios de viviendas unifamiliares: se trata de pequeñas viviendas unifamiliares que no requieren de una gran cantidad de espacio ni de una gran complejidad constructiva. En estos casos, el arquitecto técnico debe asegurarse de que el proyecto cumpla con todas las normativas vigentes en materia de seguridad, salubridad y habitabilidad.
  • Edificios de viviendas multifamiliares: se trata de edificios que albergan a varias familias bajo el mismo techo. Estos proyectos requieren de una mayor complejidad constructiva y de una mayor coordinación entre todos los profesionales implicados. El arquitecto técnico debe asegurarse de que el proyecto cumple con todas las normativas vigentes en materia de seguridad, salubridad y habitabilidad.
  • Edificios comerciales: se trata de edificios destinados a albergar tiendas, oficinas u otros comercios. Estos proyectos requieren de una gran coordinación entre todos los profesionales implicados, ya que suelen ser muy complejos. El arquitecto técnico debe asegurarse de que el proyecto cumple con todas las normativas vigentes en materia de seguridad, salubridad y habitabilidad.
  • Edificios industriales: se trata de edificios destinados a albergar fábricas, talleres u otras actividades industriales. Estos proyectos requieren de una gran coordinación entre todos los profesionales implicados, ya que suelen ser muy complejos. El arquitecto técnico debe asegurarse de que el proyecto cumple con todas las normativas vigentes en materia de seguridad, salubridad y habitabilidad.
  • Obras de infraestructura: se trata de proyectos que requieren de una gran cantidad de espacio y de una gran complejidad constructiva. En estos casos, el arquitecto técnico debe asegurarse de que el proyecto cumple con todas las normativas vigentes en materia de seguridad, salubridad y habitabilidad.